Indignados del mundo se manifestarán el próximo 15 de octubre, contra el sistema financiero global y las formas de representación política.
14 octubre, 2011 1 comentario
De Madrid a Nueva York, se han convocado manifestaciones en 719 ciudades de 71 países, según el sitio 15october.net, que se apoya en una amplia difusión por medio de las redes sociales bajo el lema: «United for #Globalchange».
Cabe destacar que cinco meses después del nacimiento de este movimiento, surgido el 15 de mayo en Madrid, los «indignados» y otros grupos afines quieren hacer del 15 de octubre una jornada simbólica, buscando lugares emblemáticos de las finanzas como Wall Street, la City, el corazón financiero de Londres, o el Banco Central Europeo en Franckfurt.
«Haremos saber a los políticos y a las élites financieras a las que sirven, que a partir de ahora seremos nosotros, el pueblo, los que vamos a decidir nuestro futuro», indica un manifiesto que llama a concentraciones en toda España, dado a conocer por la agencia AFP.
La extensión del movimiento, a Estados Unidos especialmente, demuestra «que esto no es una cuestión meramente española sino que es una cuestión que nos atañe a todo el mundo, porque la crisis es una crisis global, los mercados actúan al nivel global», explicó Jon Aguirre Such, un portavoz del movimiento en España.
En México, el movimiento ciudadano “México Toma la Calle. ¡Democracia Real Ya!” convocó a manifestarse este sábado 15 en el Monumento a la Revolución a partir del medio día.
El movimiento llama a frenar la actual realidad en que “los poderes establecidos actúan en beneficio de unos pocos, desoyendo la voluntad de la gran mayoría, sin importarles los costes humanos o ecológicos que tengamos que pagar”.
Las ideas principales que hemos visto que se reciben con mayor entusiasmo son, la horizontalidad, la no-violencia, la inclusividad y la inteligencia colectiva. Estos conceptos han hecho que en países donde el asamblearismo no es parte de sus formas políticas, los hayan adoptado con facilidad. Este hecho hay que destacarlo en dos de los países donde los movimientos se han hecho más fuertes, EEUU con Occupy Wall Street e Israel.
La no-violencia también se ha convertido en parte de este movimiento que crece y crece. Lo dicen explícitamente en Wall Street cuando son detenidos masivamente, la resistencia debe ser no-violenta, es nuestra fuerza y ante la violencia policial más gente sale a la calle, “Cuanto menos violentos somos, más fuertes nos hacemos”.
Además en una sociedad tan violenta como la estadounidense, o en el contexto mexicano, donde las armas son parte del día a día, que el concepto de no-violencia sea un eje central es algo que nos hace pensar que algo está cambiando.
En el caso de Israel todos sabemos lo que hace su gobierno con la ocupación del territorio palestino, sin embargo, la gente declara que el movimiento no quiere ser violento, se abren espacios para el diálogo sobre temas tan sensibles como Palestina, en la acampada de Tel-Aviv hay una zona donde se juntan los palestinos para hablar sobre ello, pero aun más, los palestinos y árabes israelíes están participando de las movilizaciones, en algunas ciudades más activamente que en otras, pero ahí están juntos en las calles, eso ha roto muchos de nuestros esquemas, hace que volvamos a creer que las personas quieren la paz pese a que sus gobiernos desarrollen sus políticas entorno a la guerra. Una vez más vemos el salto tan abismal que hay entre la clase gobernante que no nos representa (aunque les votemos) y los ciudadanos de los países.
En muy diversas páginas en México y en el mundo se leen párrafos de cierre que convocan a las movilizaciones donde se puede leer un ánimo de esperanza:
“En estos últimos días pre 15 de octubre, por Internet nos vamos encontrando unos y otros compartiendo lo que está pasando, transmitiendo lo que se está haciendo en nuestras respectivas ciudades, buscando maneras de encontrarnos, oírnos, sentirnos y seguir juntos más allá del 15; pensando en nuevas formas de tomar decisiones que afecten a nuestras vidas y que nos permitan entre todos recuperar la dignidad que nos han quitado. La ola de confianza que está envolviendo el día 15 debe permitirnos dejar atrás prejuicios y miedos pasados, porque estamos construyendo algo nuevo, que no será fácil llevar a cabo, pero que no se puede parar, y que no queremos parar porque con ello vendrá el cambio que queremos.
Esperamos haberles transmitido, al menos mínimamente, el movimiento internacional, eso de lo que todos estamos siendo parte en cualquier rincón del mundo.”