El deporte en México, se remonta hasta los tiempos prehispánicos, dónde la principal actividad “deportiva” era el juego de pelota, para muchos el antecesor del Futbol moderno, este juego que enfrentaba a dos equipos en el cual el ganador tenía el honor de ser sacrificado, los guerreros que participaban en este juego al morir en la ceremonia iban directo al “camino del sol o Ohtonatiuh” lo que sería el símil del Valhalla en las culturas Nórdicas.
Ya en la historia más reciente de México, el deporte tuvo un gran impulso durante el periodo en el que el General Porfirio Díaz, tomó las riendas de la nación, y esto por su idea de querer “afrancesar” al pueblo y la cultura mexicana, fue él quién introdujo las actividades de calistenia en las escuelas de manera obligatoria para el buen desarrollo del cuerpo y de la persona. Incluso, hay una anécdota que dice, que en una ocasión, llegaron unos visitantes europeos, quienes venían a ver la posibilidad de invertir en el país, lo relevante de esto es, que ellos llegaron de madrugada, y al ir caminando hacia la casa donde se hallaba el General Díaz, vieron en un cuarto a un hombre robusto haciendo ejercicio después, tomando un baño con agua helada, esto les causó gran curiosidad y preguntaron: ¿quién era ese hombre tan osado?, a lo que les respondieron: Es el presidente Díaz, con quien tienen que hablar sobre su inversión. Esto provocó que de manera casi inmediata los inversionistas aceptaran los negocios que se les plantearon, por la fuerza física de Díaz.
Retomando el tema, las actividades deportivas a nivel amateur o semi-profesional en nuestro país, están dirigidas por el gobierno a través de la Confederación Nacional del Deporte (CONADE), a excepción de las ligas profesionales.
El 13 de diciembre de 1988 se crea la Comisión Nacional del Deporte, como órgano desconcentrado de la Secretaría de Educación Pública, encargándosele la promoción y el fomento del deporte y la cultura física en México.
Este organismo entre sus menesteres, tienen la misión de preparar a los atletas que representaran a nuestro país en justas internacionales y nacionales. Los atletas que nos representan en las Olimpiadas son sus máximos representantes y por consiguiente, los que presentan el mayor gasto para la institución. Ya que los atletas de alto rendimiento, deben de mantener un nivel de vida, alimentación, entrenadores (muchos extranjeros), viajes y concentraciones en otros países, etc. Uno de los atletas más representativos de la última década y que vivió todo este proceso, fue Ana Gabriela Guevara, quien ganó el campeonato mundial de atletismo o la Golden leage en Europa. Fruto de la CONADE.
Lo que causa una interrogante es el hecho de que en un país de 112 millones de habitantes, ¿por qué sólo hay una Ana Gabriela Guevara?, si dentro de las obligaciones de la CONADE, es captar a los mejores talentos deportivos desde niños y llevarlos de la mano por el camino correcto y así, ser estrellas del deporte, esas estrellas que una sociedad como la nuestra pide a gritos para sentirse ganadora.
En la última década, la CONADE, ha logrado un presupuesto histórico, más de 13 mil millones de pesos, en los últimos 4 años, esto es un record para el deporte mexicano, con este presupuesto se tienen que realizar las mejoras en las instalaciones deportivas del país, además, de mantener a los atletas que están becados al igual que a los miembros de los cuerpos que entrenan a los mismos.
Con todo este dinero, México debería de tener buenos resultados en muchos deportes, pero, no es así, los recursos en materia deportiva no van del todo a los deportistas y en búsqueda de mejorar el deporte nacional.
Esto viene por los continuos actos y rumores de corrupción que bajo el mandato de Bernardo de la Garza se han presentado. Ya que se sabe que ha favorecido la triangulación de recursos, dando concesiones a una empresa en especial y no dando los recursos necesarios a los atletas.
Un caso muy grave se presentó cuando favoreció de manera discrecional a ciertos estados y municipios otorgándoles montos millonarios sin importar que no se cumplan las Reglas de Operación diseñadas por la propia dependencia y autorizadas por las secretarías de Educación Pública y de Hacienda y Crédito Público, e incluso por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
Lo que más ha indignado a autoridades municipales y estatales es que De la Garza condicionó la entrega de recursos del Programa de Infraestructura Deportiva Estatal y Municipal, así como las obras del Bicentenario, a que Fonatur Constructora S.A. de C.V., realice los trabajos.
http://www.proceso.com.mx/?p=269089
De esta manera se han gastado más de mil 162 millones de pesos que entre 2007 y 2010 el gobierno federal aportó para la infraestructura deportiva de los Juegos Panamericanos. Los recursos fueron canalizados mediante el gobierno de Jalisco. Es intolerable que tantos recursos sean desperdiciados o en su defecto, mal utilizados.
Otro ejemplo, para la infraestructura deportiva del Bicentenario, la CONADE asignó más de 491 millones de peso paras 28 obras ha realizar en 19 estados de la República: Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Colima, DF, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sonora, Tamaulipas y Yucatán. La transferencia de los recursos se hizo sin cubrir los requisitos mínimos establecidos en las Reglas de Operación.
En muchos casos los expedientes técnicos estaban incompletos o no existen, como ocurrió en Ciudad Juárez. También se detectaron irregularidades: en Nuevo León, y sin ningún aviso, se gastó el dinero asignado a una obra en la construcción de las unidades deportivas La Alianza y Diego Montemayor.
Con estos datos, es inevitable no cuestionar a este órgano, se debe de exigir que se presenten los expedientes y se le haga una auditoría a la institución que encabeza De la Garza, cientos de millones de pesos seguramente han sido desviados a particulares y como siempre, esto no saldrá a la luz, y más porque este gobierno es quien lo puso en ese puesto y hasta la fecha, no se ha dado a conocer alguna demanda o acusado de manera pública a los responsables de estos hechos. Debemos de hacer ruido y no permitir que se nos siga robando, ya que ese dinero viene de los bolsillos de todos nosotros, los que vivimos las peripecias de la pobreza que este sistema nos impone. Quién viera a Bernardo, con esa carita de yo no rompo un plato, pero si desaparezco millones para mis cuates.